Importancia de la familia en la formación de valores

Los seres humanos en tiempos de antaño, buscamos la necesidad de relacionarnos para sobrevivir a las condiciones climáticas principalmente. Un ser completamente sólo, difícilmente sobreviva a las adversidades de la naturaleza y la obtención de satisfacer sus necesidades.

Cuando empezamos a relacionarnos, lo hicimos en pareja, un hombre y una mujer generaron a otro ser y así se crea la primera institución de la humanidad, que es la institución de la Familia. La cual como toda institución tiene los objetivos de emprender valores y aptitudes que ayuden a desenvolver la vida en este mundo.

Veremos entonces que es esta importante institución consecuencia de nuestra necesidad de sobrevivir y de vivir al mismo tiempo.

¿Qué es la familia?

Visto desde una perspectiva “racional” o “practica”, la familia es un conjunto humano, que convive, crece y comparte sus experiencias juntas.

Sin embargo desde una perspectiva más abstracta, la familia es la primera institución humana. Es considerada como tal, por ser base de  la conformación de principios morales y éticos en sus integrantes que consecuentemente generan que la relación con los demás sean armónicos y respetuosos.

Su fin es la de sobrevivir en primera instancia y la de compartir los frutos de la vida, las enseñanzas impartidas y el mor en otra instancia.

La familia como valor

Entonces entendiendo que la familia es una institución que imparte conocimiento, principios y aptitudes a sus miembros, como valor tiene la cualidad de ser asociada al término de “bases de la sociedad”. Son las bases del comportamiento humano en sociedad.

Su idea sustenta la de impartir empíricamente e idealmente principios para crecer y buscar visiones del mundo en sociedad.

Su importancia para la humanidad

Su importancia se dice sola, siendo la primera institución de la humanidad, históricamente se conoce como predecesora originaria del Estado político tal cual lo conocemos en el presente.

Si las familias generan a ciudadanos incapaces de relacionarse en sociedad, pues se obtiene casi que por comparación Estados incapaces de concentrar y de solventar las necesidades de sus habitantes.

La sociedad por consiguiente es reflejo de la familia, una no existe sin la otra. Y encontrar entonces que la familia debe ser el modelo moral y ético de los ciudadanos, preservarla e integrarla como un fin es demás importante, es vital.

Por esto y por mucho más veamos a la familia con un objeto que brinde seguridad, amor, tolerancia, respeto, moralidad, espiritualidad. Entendamos que su conformación va mucho más allá de compartir espacios materiales, es el compartir crecimiento y desarrollos espirituales.