Los valores han dado sentido y propósito a la vida humana. Son parte de nuestro intento de comprender el entorno y del comprendernos a nosotros mismos. Ya que gracias a ellos, valoramos según nuestras preferencias, gustos y creencias, y tomamos incluso acciones entorno a ellas.
Es así como hemos sobrevivido y evolucionado como especie, porque más que meras interpretaciones de la realidad y de lo que somos o deberíamos ser, los valores se pueden manifestar como sentimientos innatos a nosotros. Sus desarrollos vienen en nuestra alma.
Hoy tendremos la oportunidad de conocer uno de los valores más poderosos del mundo. El amor.
¿Qué es el amor?
Tarea ardua la de tratar de definir el amor, se dice de una cosa que existe pero que no podemos ver. Está pero no la podemos tocar, pero esto no significa necesariamente que se imaginaria o creada por la mente.
Ha sido objeto de estudio durante miles de millones de años y hoy en día es imposible ver un mundo sin la palabra “amor” en sus imágenes y vocabularios.
Por lo tanto, ¿es el amor un sentimiento, un objeto que no se puede ver, un impulso, o una emoción? Responder a esta pregunta es batallar con miles de filósofos en búsqueda de la solución a esta incógnita.
Pero si se puede acercar a la idea de que el amor es una fuente de acciones en donde el placer, la felicidad, la seguridad se manifiestan de manera impecable.
El amor como valor
Como valor el amor nos lleva a valorar sin duda alguna a la vida misma. Amor es igual a vida, y por lo tanto amar es igual a preservar la misma.
¿Por qué se ve desde la asociación? La asociación no es el único lente para ver al amor en acción, pero si uno en donde encontramos plenamente la paz que ella brinda. Cuando nos asociamos y nos relacionamos con los demás en cualidad de amor, la vida es se vuele plena y duradera. Vivimos más mientras amamos más.
Por lo tanto un acto de supervivencia se relaciona al amor como fuente de vida. Nos brinda seguridad, consecución de bienes físicos e espirituales para el crecimiento.
El amor como motor
Si queremos practicar el amor, se debe partir al amor a nosotros mismos que luego se convierte en amor hacia los demás.
Por lo tanto es la manifestación de no propiedad. Se ama cuando no se posee, y no se deja poseer. Se ama cuando el amor se sustenta a sí mismo. Se ama cuando se entiende que vivir es crecer y crecer no estar amarrado o sugestionado, es entender la libertad.
Viendo lo abstracto que puede parecer esto, pareciese difícil entender al amor. Sin embargo, si se asocia amor igual a vida, se hace más sencilla su comprensión. Si la vida es un ciclo en donde sabemos que crecemos de manera individual pero en relación colectiva, entenderemos que el amor entonces debe permitir que esas ecuaciones no sean cambiadas.
No convirtamos al amor en un dogma posesivo, convirtámoslo en una relación de vida y de libertad, porque mientras más amemos seremos más libres.
La familia es un lugar importante donde se debe comenzar a enseñar el valor del amor.