Como en todas las cosas que se encuentran en el mundo, los valores éticos tienen una clasificación que nos ayuda a entenderlos un poco mejor. Es por ello que en esta oportunidad brindaremos una información mucho más amplia acerca de esta interesante rama que está tan vinculada a la filosofía.
¿Por qué se clasifican los valores éticos?
Los valores éticos, además de ser una serie de normas, nos ayudan a configurar nuestro cerebro, de modo que seamos capaces de distinguir entre lo que está bien y mal. A pesar de que en algún momento alguien dijo “el fin justifica los medios”, lo cierto es que nada puede estar más alejado de la realidad.
Los valores éticos nos ayudan a saber por qué medios podemos conseguir nuestros objetivos, de modo que no afectamos a terceros o a nosotros mismos. Sin embargo, estos se deben clasificar según su importancia y la perspectiva de cada quién.
¿Cómo se clasifican los valores éticos?
Lo correcto a la hora de clasificar los valores éticos es que estemos conscientes de que estos existen independientemente lo que nosotros veamos o el punto de vista que tenemos. Es por ello que son “impuestos”, pues si las personas pudieran decidir si usarlas se dejaría de tener “libertad” para obtener “libertinaje”.
Lo cierto es que la clasificación es bastante particular, pues están los que son “absolutos” que son los que debemos seguir independientemente nuestro punto de vista, ya que son realmente importantes. En esto podría entrar la libertad, la justicia y la responsabilidad.
Luego, están los “relativos”, que son los que podemos seguir a nuestro parecer.
¿Por qué esta clasificación?
Lo cierto es que hay algunos valores éticos que son esenciales y realmente importantes, estos son los que se clasifican como “absolutos”.
Los otros, aunque son igual de esenciales para el desenvolvimiento de la sociedad, son un poco más flexibles y las personas pueden usarlos desde su punto de vista y cómo les parezca correcto.